Desde fortalecer el sistema inmune hasta mejorar la piel, uñas y cabello, el zinc juega un papel clave en la regeneración celular y el buen funcionamiento del cuerpo. Pero su consumo debe ser equilibrado para evitar deficiencias o excesos que afecten tu bienestar.
Conoce sus beneficios, fuentes alimenticias y cómo incorporarlo adecuadamente con la guía de un especialista.
El zinc, es un mineral esencial para la regeneración de tejidos.
A continuación, te presentamos algunos datos que te permitirán conocerlo y, con ayuda de un especialista, incorporarlo en tu dieta diaria:
Si consumes por debajo de los niveles recomendados, puedes estar más susceptible: a infecciones, pérdida de peso, cicatrización lenta; disminución de la agudeza del sentido del olfato y del gusto. Además, la piel puede tener una apariencia escamosa y en las uñas pueden aparecer manchas blancas.
Por el contrario, si consumes zinc en exceso: puedes tener deficiencia de cobre, alterar los niveles de hierro, debilitar el sistema inmune, presentar baja presión arterial, así como mayor riesgo de sufrir convulsiones y padecer dolor articular.
Puedes encontrarlo en alimentos como las ostras, pescado, carnes, aves, cangrejo, langosta, cereales fortificados, frijol, nuez, cereales integrales, huevos y productos lácteos.
El zinc es un mineral esencial para la regeneración celular, el fortalecimiento del sistema inmunológico y la producción de hormonas. Su consumo adecuado contribuye a mejorar la salud de la piel, uñas y cabello, así como a regular niveles de colesterol y glucosa en sangre. Es fundamental mantener un equilibrio en la ingesta de zinc para evitar deficiencias o excesos que puedan afectar la salud. Puedes obtener zinc de alimentos como ostras, carnes, pescados, cereales integrales y lácteos.
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