¿Los anticonceptivos son sólo para mujeres?

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Los métodos anticonceptivos no están pensados para hombres y tampoco para mujeres. Están diseñados para la vagina y el pene.

 

La anticoncepción y/o control de natalidad, es la aplicación de cualquier método o dispositivo para prevenir un embarazo no deseado. Se estima que a nivel mundial 214 millones de mujeres en edad fértil desean detener o posponer la procreación, pero no utilizan ningún método de planificación familiar, por lo cual resulta conveniente que tanto hombres como mujeres los conozcan.

Entre estos métodos anticonceptivos se encuentran:

 

  • Métodos hormonales: como píldoras anticonceptivas, implantes intradérmicos, inyecciones y parches anticonceptivos.
  • Métodos de barrera: los cuales impiden físicamente que el líquido seminal penetre al útero, tales como condones masculinos y femeninos, así como diafragmas vaginales.
  • Dispositivos intrauterinos (DIU): son dispositivos de acción prolongada y reversible en forma de “T”, de contenido levonorgestrel o de cobre que se insertan en el útero.
  • Esterilización quirúrgica: se refiere a un procedimiento mediante la ligadura de las trompas del aparato reproductor femenino y la vasectomía en el caso de los hombres.
  • Coitus interruptus: es un método de retirada antes de la eyaculación, con un porcentaje considerable de riesgo de embarazo.
  • Abstinencia sexual: consiste en evitar tener relaciones sexuales para prevenir posibles embarazos.
  • Lactancia: la amenorrea de la lactancia materna implica la ausencia del periodo menstrual hasta los seis meses.
  • Anticonceptivos de emergencia: son anticonceptivos orales de dosis alta utilizados después del coito sin protección, para prevenir la ovulación o la fecundación.

 

Que hombres y mujeres conozcan los anticonceptivos permite generar conciencia del control natal, lo que impacta en el propio proyecto de vida y el de la pareja, así como en la experiencia de la vida sexual; sin embargo, no hay que olvidar las enfermedades de transmisión sexual y cualquier otro riesgo que pueda comprometer la salud física y emocional.

 

¡Recuerda que no estás solo, el Programa PAE está para apoyarte!

 

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